Llamado a la obediencia

(Audio: Español)

RESUMEN: El capítulo 12 de Génesis relata el llamado de Dios a Abrahán para que salga de su tierra y de su parentela y vaya a la tierra que Dios le mostrará. Dios promete hacer de Abrahán una gran nación y bendecir a los que lo bendigan y maldecir a los que lo maldigan. Abrahán tenía 75 años en ese momento y vivía en Ur de los caldeos. Aunque Abrahán se detiene en Harán en lugar de cumplir completamente el llamado divino, Dios sigue empujándonos a cumplir sus sueños en la tierra. Dios llama a Abrahán a cumplir una meta que requerirá obediencia radical y un proceso de obra. Aunque puede haber dudas y cuestionamientos en el proceso de obediencia, Dios cumplirá su palabra y sus promesas.

El texto habla sobre la importancia de obedecer a Dios y abandonar todo lo que nos impide avanzar en el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. También se menciona la necesidad de confiar en la protección de Dios y buscar ser una bendición para otros. Se destaca la historia de Abrahán y cómo su obediencia y fe en Dios lo llevó a cumplir el propósito divino. La enseñanza principal es que la obediencia a Dios es el tema central de la Biblia y debe ser nuestro enfoque principal en la vida.

El mensaje se enfoca en la obediencia a Dios y cómo esta es más importante que los sacrificios y ofrendas. Se menciona la historia de Abraham y cómo obedecer a Dios lo llevó a cumplir su propósito divino. Se anima a los oyentes a creer que nunca es tarde para comenzar a obedecer a Dios y que, aunque hay obstáculos en el camino, la fe en Dios nunca debe ser quebrantada. También se habla de la importancia de la alabanza y la fe en la vida de un cristiano. El mensaje termina con una llamada a la salvación y la bendición de aquellos que entregan su vida a Jesús.

Génesis capítulo 12. Además de el llamado a la obediencia hay todo un transcurso de la vida de Abrahán que a mí me encantaría tener como 5 horas hoy para desarrollar eso con ustedes. Prometo que no me voy a quedar 5 horas. Pero estoy apasionado por ese hombre. Un hombre que recibió un llamado distinto, un llamado directo, un llamado que no tuvo espacio para la duda, así fue Abrahán.

Y el capítulo 12 comienza diciendo, “pero Jehová había dicho a Abrahán, en esta época su nombre todavía no era Abrahán, era Abrám. Jehová había dicho a Abrahám, “Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande y que bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás bendición. Y bendeciré a los que te bendijeren y a los que te maldijeren maldeciré y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”