Nueva Biblia Latinoamericana
Los demás hechos de Jeroboam y todo lo que hizo y su poder, cómo peleó y cómo recobró para Israel a Damasco y a Hamat, que habían pertenecido a Judá, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel? (2 Reyes 14:28)
Jeroboam durmió con sus padres, con los reyes de Israel, y su hijo Zacarías reinó en su lugar. (2 Reyes 14:29)
En el año veintisiete de Jeroboam, rey de Israel, comenzó a reinar Azarías (Uzías), hijo de Amasías, rey de Judá. (2 Reyes 15:1)
Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jecolía, de Jerusalén.
Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Amasías había hecho. (2 Reyes 15:3)
Sólo que los lugares altos no fueron quitados. El pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. (2 Reyes 15:4)
Y el SEÑOR hirió al rey, y quedó leproso hasta el día de su muerte. Y habitó en una casa separada, mientras Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la casa, gobernando al pueblo de la tierra. (2 Reyes 15:5)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Reyes 15:2":

Samuel Acevedo
El orgullo y la ambición son dos cosas distintas
Reflexión sobre la historia del rey Uzías y la importancia de la humildad y la obediencia a Dios.


Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


2 Reyes 15:2 - Referencia Cruzada

Uzías tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jecolías, de Jerusalén. (2 Crónicas 26:3)