Nueva Biblia Latinoamericana
Pero cuando le insistieron hasta la saciedad, dijo: "Envíenlos." Entonces enviaron cincuenta hombres; y buscaron durante tres días, pero no lo hallaron. (2 Reyes 2:17)
Volvieron a Eliseo que se había quedado en Jericó, y él les dijo: "¿No les dije: 'No vayan'?" (2 Reyes 2:18)
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: "El emplazamiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve, pero el agua es mala y la tierra estéril." (2 Reyes 2:19)
Y él dijo: "Tráiganme una vasija nueva, y pongan sal en ella." Y se la trajeron.
Eliseo fue al manantial de las aguas, echó sal en él, y dijo: "Así dice el SEÑOR: 'He purificado estas aguas; de allí no saldrá más muerte ni esterilidad.'" (2 Reyes 2:21)
Y las aguas han quedado purificadas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo. (2 Reyes 2:22)
Después subió de allí a Betel (Casa de Dios); y mientras subía por el camino, unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban de él, diciéndole: "¡Sube, calvo; sube, calvo!" (2 Reyes 2:23)

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2 Reyes 2:20 - Referencia Cruzada

Por tanto, vivo Yo," declara el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel "que Moab será como Sodoma, Y Amón como Gomorra: Campo de ortigas y mina de sal, Una desolación perpetua. El remanente de Mi pueblo los saqueará, Y el resto de Mi nación los heredará." (Sofonías 2:9)
Y peleó Abimelec contra la ciudad todo aquel día, capturó la ciudad y mató a la gente que había en ella. Entonces arrasó la ciudad y la sembró de sal. (Jueces 9:45)
Pero sus pantanos y marismas no serán purificados; serán dejados para salinas. (Ezequiel 47:11)