Nueva Biblia Latinoamericana
Además, Salomón ya se ha sentado en el trono del reino, (1 Reyes 1:46)
y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciéndole: 'Que su Dios haga el nombre de Salomón más célebre que su nombre y su trono más grande que el trono de usted.' Y el rey ha adorado en el lecho. (1 Reyes 1:47)
El rey también ha dicho así: 'Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha concedido que se siente hoy en mi trono un descendiente mío mientras mis ojos lo ven.'" (1 Reyes 1:48)
Entonces todos los invitados de Adonías se aterrorizaron, y se levantaron y cada uno se fue por su camino.
Adonías tuvo miedo de Salomón, y se levantó, se fue y se agarró de los cuernos del altar. (1 Reyes 1:50)
Y avisaron a Salomón, diciéndole: "Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: 'Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo.'" (1 Reyes 1:51)
Y Salomón dijo: "Si es hombre digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla maldad en él, morirá." (1 Reyes 1:52)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 1:49":

Isaías Rivera
El Rey ha mandado Su carro para buscarte
La historia de Mefi-boset y cómo el Rey David lo acogió en su mesa a pesar de su discapacidad, enseñando la importancia de reconocer el valor humano y ofrecer protección y seguridad.


Dr. Roberto Miranda
Guerra Espiritual (Parte 2)
Este artículo habla sobre la importancia de estar alerta y preparados en la guerra espiritual contra el enemigo, rodearnos de gente sabia y madura en el Espíritu Santo para recibir consejo y discernimiento en nuestras decisiones, y ser temerosos de Dios y obedientes a su voluntad. También se menciona la importancia de discernir cuándo es tiempo de perdonar y cuándo es tiempo de actuar con violencia, y se pide a la iglesia que declare la palabra de Dios en seriedad y rectitud.


1 Reyes 1:49 - Referencia Cruzada

Desvaría mi mente, el espanto me sobrecoge. El anochecer que anhelaba se me convirtió en terror. (Isaías 21:4)
Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra. (Daniel 5:4)
El impío huye sin que nadie lo persiga, Pero los justos están confiados como un león. (Proverbios 28:1)