Nueva Biblia Latinoamericana
El rey David ya era muy anciano, entrado en días; lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. (1 Reyes 1:1)
Entonces sus siervos le dijeron: "Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en su seno, para que mi señor el rey entre en calor." (1 Reyes 1:2)
Por toda la tierra de Israel se buscó a una joven hermosa, y hallaron a Abisag la Sunamita y la trajeron al rey. (1 Reyes 1:3)
La joven era muy hermosa; ella cuidaba al rey y le servía, pero el rey no tuvo relaciones con ella.
Entretanto Adonías, hijo de Haguit, se ensalzaba diciendo: "Yo seré rey." Y preparó para sí carros, hombres de a caballo y cincuenta hombres que corrieran delante de él. (1 Reyes 1:5)
Su padre nunca lo había contrariado preguntándole: "¿Por qué has hecho esto?" El era también hombre de muy hermoso parecer, y había nacido después de Absalón. (1 Reyes 1:6)
Y había consultado con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que respaldaban a Adonías. (1 Reyes 1:7)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 1:4":

Isaías Rivera
El Rey ha mandado Su carro para buscarte
La historia de Mefi-boset y cómo el Rey David lo acogió en su mesa a pesar de su discapacidad, enseñando la importancia de reconocer el valor humano y ofrecer protección y seguridad.


Dr. Roberto Miranda
Vivir en tiempos de normalidad
En este sermón, el pastor habla sobre la historia de la Sunamita y la importancia de buscar a Dios con pasión y persistencia, así como de bendecir y apoyar a la iglesia. También se centra en el liderazgo espiritual de los hombres y la generosidad en la iglesia, y destaca la bendición que viene al preferir a Dios sobre todas las cosas.


1 Reyes 1:4 - Referencia Cruzada

y la conservó virgen hasta que dio a luz un Hijo; y Le puso por nombre Jesús. (Mateo 1:25)