Al transcurrir el tiempo, Caín trajo al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra.
(Génesis 4:3)También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grasa de los mismos. El SEÑOR miró con agrado a Abel y su ofrenda,
(Génesis 4:4)pero no miró con agrado a Caín y su ofrenda. Caín se enojó mucho y su semblante se demudó.
(Génesis 4:5)Entonces el SEÑOR dijo a Caín: "¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante?
Si haces bien, ¿no serás aceptado? Pero si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo."
(Génesis 4:7)Caín dijo a su hermano Abel: "Vayamos al campo." Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató.
(Génesis 4:8)Entonces el SEÑOR dijo a Caín: "¿Dónde está tu hermano Abel?" Y él respondió: "No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?"
(Génesis 4:9)Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 4:6":
Génesis 4:6 - Referencia Cruzada
Vengan ahora, y razonemos," Dice el SEÑOR, "Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán.
(Isaías 1:18)Y su padre le dijo: 'Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo.
(Lucas 15:31)Porque el enojo mata al insensato, Y la ira da muerte al necio.
(Job 5:2)