Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: "¿Es usted Joab?" "Yo soy," respondió él. Entonces ella le dijo: "Escuche las palabras de su sierva." "Escucho," respondió Joab.
(2 Samuel 20:17)
Ella dijo: "Antes acostumbraban decir: 'Ellos ciertamente pedirán consejo en Abel,' y así terminaban la querella.
(2 Samuel 20:18)
Yo soy de las pacíficas y fieles en Israel. Usted procura destruir una ciudad madre (importante) en Israel. ¿Por qué ha de destruir la heredad del SEÑOR?"
(2 Samuel 20:19)
Y Joab respondió: "Lejos, lejos esté de mí que yo destruya o extermine.
Este no es el caso, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Seba, hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David. Solamente entréguenlo, y yo me iré de la ciudad." Y la mujer dijo a Joab: "Enseguida su cabeza le será arrojada por encima del muro."
(2 Samuel 20:21)
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue a hablar a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
(2 Samuel 20:22)
Joab era jefe sobre todo el ejército de Israel, y Benaía, hijo de Joiada, era jefe sobre los Cereteos y los Peleteos.
(2 Samuel 20:23)
Otras publicaciones relacionadas con "2 Samuel 20:20":
2 Samuel 20:20 - Referencia Cruzada
No está en mano de ellos su prosperidad; El consejo de los impíos lejos está de mí.
(Job 21:16)
El había llenado de bienes sus casas, Pero el consejo de los malos está lejos de mí.
(Job 22:18)
El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.
(Proverbios 28:13)
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
(Lucas 10:29)
y dijo: "Lejos esté de mí, oh SEÑOR, que yo haga esto. ¿Beberé la sangre de los hombres que fueron con riesgo de sus vidas?" Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.
(2 Samuel 23:17)
Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y éste lo hirió en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sin herirlo de nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri.
(2 Samuel 20:10)
Más engañoso que todo, es el corazón, Y sin remedio; ¿Quién lo comprenderá?
(Jeremías 17:9)