Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces dieron aviso a Joab: El rey está llorando y se lamenta por Absalón. (2 Samuel 19:1)
Y la victoria (la salvación) aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: "El rey está entristecido por su hijo." (2 Samuel 19:2)
Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla. (2 Samuel 19:3)
Y el rey con su rostro cubierto, clamaba en alta voz: "¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!"
Entonces Joab entró en la casa del rey, y dijo: "Hoy usted ha cubierto de vergüenza el rostro de todos sus siervos que han salvado hoy su vida, la vida de sus hijos e hijas, la vida de sus mujeres y la vida de sus concubinas, (2 Samuel 19:5)
al amar a aquéllos que lo odian y al odiar a aquéllos que lo aman. Pues hoy ha demostrado que príncipes y siervos no son nada para usted; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces usted estaría complacido. (2 Samuel 19:6)
Ahora pues, levántese, salga y hable bondadosamente a sus siervos, porque juro por el SEÑOR que si no sale, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche con usted, y esto le será peor que todo el mal que ha venido sobre usted desde su juventud hasta ahora." (2 Samuel 19:7)

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2 Samuel 19:4 - Referencia Cruzada

David subía a la cuesta del Monte de los Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Entonces todo el pueblo que iba con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. (2 Samuel 15:30)
El rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: "¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!" (2 Samuel 18:33)