Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el rey dijo a Joab: "Mira, ciertamente ahora haré esto; ve y trae al joven Absalón." (2 Samuel 14:21)
Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, bendijo al rey. Entonces Joab dijo: "Oh rey mi señor, hoy su siervo sabe que he hallado gracia ante sus ojos, puesto que el rey ha concedido la petición de su siervo." (2 Samuel 14:22)
Joab se levantó, fue a Gesur y trajo a Absalón a Jerusalén. (2 Samuel 14:23)
Pero el rey dijo: "Que vuelva a su casa y no vea mi rostro." Y Absalón volvió a su casa, y no vio el rostro del rey.
En todo Israel no había nadie tan bien parecido ni tan celebrado como Absalón. Desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él. (2 Samuel 14:25)
Cuando se cortaba el cabello (y era al final de cada año que se lo cortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba 200 siclos (2.3 kilos) según el peso real. (2 Samuel 14:26)
A Absalón le nacieron tres hijos y una hija que se llamaba Tamar; ella era una mujer de hermosa apariencia. (2 Samuel 14:27)

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2 Samuel 14:24 - Referencia Cruzada

Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes. (Apocalipsis 22:4)
Pero Judá le respondió: "Aquel hombre claramente nos advirtió: 'No verán mi rostro si su hermano no está con ustedes.' (Génesis 43:3)
Entonces Faraón dijo a Moisés: "¡Apártate de mí! Cuídate de volver a ver mi rostro, porque el día en que veas mi rostro morirás." (Éxodo 10:28)
Y David respondió: "Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti: No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl." (2 Samuel 3:13)
Absalón residió dos años completos en Jerusalén sin ver el rostro del rey. (2 Samuel 14:28)