Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando el rey David se enteró de todas estas cosas, se enojó mucho. (2 Samuel 13:21)
Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal; pues odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar. (2 Samuel 13:22)
Después de dos años, teniendo Absalón esquiladores de ovejas en Baal Hazor, que está junto a Efraín, invitó a todos los hijos del rey. (2 Samuel 13:23)
Y Absalón vino al rey y le dijo: "Su siervo tiene ahora esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus asistentes con su siervo."
Pero el rey respondió a Absalón: "No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti." Y aunque le insistió, no quiso ir, pero lo bendijo. (2 Samuel 13:25)
Entonces Absalón dijo: "Pues si no, le ruego que deje ir a mi hermano Amnón con nosotros." "¿Por qué ha de ir contigo?" le preguntó el rey. (2 Samuel 13:26)
Pero cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey. (2 Samuel 13:27)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Samuel 13:24":

Dr. Roberto Miranda
Una oportunidad desperdiciada
Este sermón habla sobre cómo reaccionamos ante las ofensas y conflictos en nuestras vidas, y la importancia de vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Se utiliza la historia de Dina en Génesis para ilustrar cómo los hijos de Dios deben poner por encima los valores del Reino de Dios, como la paz, la misericordia y el perdón.


Dr. Roberto Miranda
Guerra Espiritual (Parte 2)
Este artículo habla sobre la importancia de estar alerta y preparados en la guerra espiritual contra el enemigo, rodearnos de gente sabia y madura en el Espíritu Santo para recibir consejo y discernimiento en nuestras decisiones, y ser temerosos de Dios y obedientes a su voluntad. También se menciona la importancia de discernir cuándo es tiempo de perdonar y cuándo es tiempo de actuar con violencia, y se pide a la iglesia que declare la palabra de Dios en seriedad y rectitud.


2 Samuel 13:24 - Referencia Cruzada

Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, Pero en su corazón había guerra; Más suaves que el aceite eran sus palabras, Sin embargo, eran espadas desnudas. (Salmos 55:21)
Entonces Ismael, hijo de Netanías, salió a su encuentro desde Mizpa, iba llorando; y cuando los encontró, les dijo: "Vengan a Gedalías, hijo de Ahicam." (Jeremías 41:6)
Falsedad habla cada uno a su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón. (Salmos 12:2)
Después dijo David a Urías: "Desciende a tu casa, y lava tus pies." Salió Urías de la casa del rey, y tras él fue enviado un obsequio del rey. (2 Samuel 11:8)