Cuando todos los reyes, siervos de Hadad Ezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los Arameos tuvieron temor de ayudar más a los Amonitas.
(2 Samuel 10:19)Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen a la batalla, David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los Amonitas y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.
(2 Samuel 11:1)Al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso.
(2 Samuel 11:2)David mandó a preguntar acerca de aquella mujer. Y alguien dijo: "¿No es ésta Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías el Hitita?"
David envió mensajeros y la tomaron; y cuando ella vino a él, él durmió con ella. Después que ella se purificó de su inmundicia, regresó a su casa.
(2 Samuel 11:4)Y Betsabé concibió; y envió aviso a David diciéndole: "Estoy encinta."
(2 Samuel 11:5)Entonces David envió a decir a Joab: "Envíame a Urías el Hitita." Y Joab envió a Urías a David.
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2 Samuel 11:3 - Referencia Cruzada
Eran caballos cebados y fogosos, Cada cual relinchando tras la mujer de su prójimo.
(Jeremías 5:8)Pues sus corazones son como un horno Mientras se acercan a su emboscada; Toda la noche duerme su ira, Por la mañana arde como llamas de fuego.
(Oseas 7:6)Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión.
(Santiago 1:14)Y éstos le nacieron en Jerusalén: Simea, Sobab, Natán y Salomón: los cuatro de Bet Súa, hija de Amiel.
(1 Crónicas 3:5)