Nueva Biblia Latinoamericana
el segundo, Quileab, de Abigail, viuda de Nabal de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur; (2 Samuel 3:3)
el cuarto, Adonías, hijo de Haguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital, (2 Samuel 3:4)
y el sexto, Itream, de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón. (2 Samuel 3:5)
Durante la guerra que había entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se fortaleció en la casa de Saúl.
Y Saúl había tenido una concubina cuyo nombre era Rizpa, hija de Aja; entonces Isboset dijo a Abner: "¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre?" (2 Samuel 3:7)
Abner se enojó mucho por las palabras de Isboset, y dijo: "¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer. (2 Samuel 3:8)
Así haga Dios a Abner, y aún más, si lo que el SEÑOR ha jurado a David no lo obtengo para él: (2 Samuel 3:9)

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2 Samuel 3:6 - Referencia Cruzada

Pero Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Isboset, hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim. (2 Samuel 2:8)
Jehú entró en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: "Busquen y vean que no haya aquí con ustedes ninguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los adoradores de Baal." (2 Reyes 10:23)
Pero si usted va, hágalo, esfuércese para la batalla; sin embargo Dios lo derribará delante del enemigo, porque Dios tiene poder para ayudar y para derribar." (2 Crónicas 25:8)
No vale sabiduría, ni entendimiento, Ni consejo, ante el SEÑOR. (Proverbios 21:30)
Quebrántense, pueblos, que serán destrozados; Presten oído, confines todos de la tierra. Prepárense, que serán destrozados; Prepárense, que serán destrozados. (Isaías 8:9)
Proclamen esto entre las naciones: Prepárense para la guerra, despierten a los valientes; Acérquense, suban todos los soldados. (Joel 3:9)
El que no está a favor Mío, está contra Mí; y el que no recoge a Mi lado, desparrama. (Mateo 12:30)