Nueva Biblia Latinoamericana
Le puso las pieles de los cabritos sobre las manos y sobre la parte lampiña del cuello, (Génesis 27:16)
y puso el guisado que había hecho y el pan en manos de su hijo Jacob. (Génesis 27:17)
Entonces Jacob fue a su padre, y le dijo: "Padre mío." "Aquí estoy. ¿Quién eres, hijo mío?" preguntó Isaac. (Génesis 27:18)
Jacob contestó a su padre: "Soy Esaú tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Levántate, te ruego. Siéntate y come de mi caza para que me bendigas."
Pero Isaac dijo a su hijo: "¿Cómo es que la has encontrado tan pronto, hijo mío?" "Porque el SEÑOR tu Dios hizo que así me sucediera," respondió Jacob. (Génesis 27:20)
Isaac entonces dijo a Jacob: "Te ruego que te acerques para tocarte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú." (Génesis 27:21)
Jacob se acercó a Isaac su padre, y él lo tocó y dijo: "La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú." (Génesis 27:22)

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Génesis 27:19 - Referencia Cruzada

Y sucederá que si alguien profetiza todavía, su padre y su madre que lo engendraron le dirán: 'No vivirás porque has hablado falsamente en el nombre del SEÑOR'; y su padre y su madre que lo engendraron lo traspasarán mientras profetiza. (Zacarías 13:3)
Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: "No sé de qué hablas." (Mateo 26:70)
El primero salió rojizo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú. (Génesis 25:25)
Isaac entonces dijo a Jacob: "Te ruego que te acerques para tocarte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú." (Génesis 27:21)
Y al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo, y Jacob se llegó a ella. (Génesis 29:23)
Y Jeroboam dijo a su mujer: "Levántate ahora y disfrázate para que no conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo, pues allí está el profeta Ahías, que dijo de mí que yo sería rey sobre este pueblo. (1 Reyes 14:2)
Prepárame un buen guisado como a mí me gusta, y tráemelo para que yo coma, y que mi alma te bendiga antes que yo muera." (Génesis 27:4)
Y el otro le respondió: "Yo también soy profeta como tú, y un ángel me habló por palabra del SEÑOR, diciendo: 'Tráelo contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua.'" Pero le estaba mintiendo. (1 Reyes 13:18)
Porque han dicho: "Hemos hecho un pacto con la muerte, Hemos hecho un convenio con el Seol (región de los muertos). Cuando pase el azote abrumador, no nos alcanzará, Porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio Y en el engaño nos hemos escondido." (Isaías 28:15)
Y le preguntó: "¿Eres en verdad mi hijo Esaú?" "Yo soy," respondió Jacob. (Génesis 27:24)