Después que Samuel escuchó todas las palabras del pueblo, las repitió a oídos del SEÑOR.
(1 Samuel 8:21)Y el SEÑOR dijo a Samuel: "Escúchalos y nómbrales un rey." Entonces Samuel dijo a los hombres de Israel: "Váyase cada uno a su ciudad."
(1 Samuel 8:22)Había un hombre de Benjamín que se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, hijo de un Benjamita, un hombre poderoso e influyente.
(1 Samuel 9:1)Tenía un hijo que se llamaba Saúl, joven y bien parecido. No había nadie más bien parecido que él entre los Israelitas; de los hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo.
Las asnas de Cis, padre de Saúl, se habían perdido, por lo cual Cis dijo a su hijo Saúl: "Toma ahora contigo uno de los criados, levántate, y ve en busca de las asnas."
(1 Samuel 9:3)Saúl pasó por la región montañosa de Efraín y recorrió la tierra de Salisa, pero no las hallaron. Luego pasaron por la tierra de Saalim, pero no estaban allí. Después atravesaron la tierra de los Benjamitas, pero tampoco las encontraron.
(1 Samuel 9:4)Cuando llegaron a la tierra de Zuf, Saúl dijo al criado que estaba con él: "Ven, regresemos, no sea que mi padre deje de preocuparse por las asnas y se angustie por nosotros."
(1 Samuel 9:5)Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 9:2":
1 Samuel 9:2 - Referencia Cruzada
En todo Israel no había nadie tan bien parecido ni tan celebrado como Absalón. Desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él.
(2 Samuel 14:25)Corrieron y lo trajeron de allí. Cuando estuvo en medio del pueblo, de los hombros arriba sobrepasaba a todos.
(1 Samuel 10:23)Así dice el SEÑOR: "No se gloríe el sabio de su sabiduría, Ni se gloríe el poderoso de su poder, Ni el rico se gloríe de su riqueza;
(Jeremías 9:23)Entonces de los ejércitos de los Filisteos salió un campeón llamado Goliat, de Gat, cuya estatura era de casi tres metros (6 codos y un palmo).
(1 Samuel 17:4)Pero el SEÑOR dijo a Samuel: "No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón."
(1 Samuel 16:7)Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció que éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos."
(Números 13:33)los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.
(Génesis 6:2)