Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando. (Génesis 27:8)
Ve ahora al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos de las cabras, y yo prepararé con ellos un buen guisado para tu padre como a él le gusta. (Génesis 27:9)
Entonces se lo llevarás a tu padre, que comerá, para que te bendiga antes de su muerte." (Génesis 27:10)
Pero Jacob dijo a su madre Rebeca: "Esaú mi hermano es hombre velludo y yo soy lampiño.
Quizá mi padre me toque, y entonces seré para él un engañador y traeré sobre mí una maldición y no una bendición." (Génesis 27:12)
Pero su madre le respondió: "Caiga sobre mí tu maldición, hijo mío. Solamente obedéceme. Ve y tráemelos." (Génesis 27:13)
Jacob fue, tomó los cabritos y los trajo a su madre, y su madre hizo un buen guisado, como a su padre le gustaba. (Génesis 27:14)

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Génesis 27:11 - Referencia Cruzada

El primero salió rojizo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú. (Génesis 25:25)