Nueva Biblia Latinoamericana
Los hijos de Dan le dijeron: "Que no se oiga tu voz entre nosotros, no sea que caigan sobre ti hombres fieros y pierdas tu vida y las vidas de los de tu casa." (Jueces 18:25)
Y los hijos de Dan prosiguieron su camino. Cuando Micaía vio que eran muy fuertes para él, dio la vuelta y regresó a su casa. (Jueces 18:26)
Entonces los Danitas tomaron lo que Micaía había hecho, y al sacerdote que le había pertenecido, y llegaron a Lais, a un pueblo tranquilo y confiado. Y los hirieron a filo de espada e incendiaron la ciudad. (Jueces 18:27)
Y no había nadie que la librara, porque estaba lejos de Sidón, en el valle que está cerca de Bet Rehob, y ellos no tenían trato con nadie. Después los Danitas reedificaron la ciudad y habitaron en ella.
Le pusieron el nombre de Dan a la ciudad, según el nombre de Dan su padre, que le nació a Israel. Pero el nombre de la ciudad anteriormente era Lais. (Jueces 18:29)
Y los hijos de Dan levantaron para sí la imagen tallada. Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Manasés, y sus hijos fueron sacerdotes para la tribu de los Danitas, hasta el día del cautiverio de la tierra. (Jueces 18:30)
Levantaron, pues, para sí la imagen tallada que Micaía había hecho, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo. (Jueces 18:31)

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Jueces 18:28 - Referencia Cruzada

No sea que alguno desgarre mi vida como león, Y me despedace sin que haya quien me libre. (Salmos 7:2)
El ha dicho: 'No te divertirás más, Virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate, pasa a Chipre. Aun allí no hallarás descanso.' (Isaías 23:12)
Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que había en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los Sidonios. Porque no había gobernante humillándolos en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los Sidonios, y no tenían relaciones con nadie. (Jueces 18:7)
Y el SEÑOR los entregó en manos de Israel, los derrotaron y los persiguieron hasta Sidón la grande, hasta Misrefot Maim y hasta el Valle de Mizpa al oriente. Los hirieron hasta que no les quedó sobreviviente alguno. (Josué 11:8)
Entiendan ahora esto ustedes, los que se olvidan de Dios, No sea que los despedace, y no haya quien los libre. (Salmos 50:22)
Su sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara, uno hirió al otro y lo mató. (2 Samuel 14:6)
Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, los Amonitas mandaron a tomar a sueldo a los Arameos de Bet Rehob y a los Arameos de Soba, 20,000 soldados de a pie, y del rey de Maaca 1,000 hombres, y de Is Tob 12,000 hombres. (2 Samuel 10:6)
¿Están dispuestos ahora, para que cuando oigan el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postren y adoren la estatua que he hecho? Porque si no la adoran, inmediatamente serán echados en un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios será el que los libre de mis manos?" (Daniel 3:15)
Avergüénzate, Sidón, Porque habla el mar, la fortaleza del mar, y dice: 'No he estado de parto, ni he dado a luz, No he educado jóvenes, ni he criado vírgenes.' (Isaías 23:4)
En aquellos días no había rey en Israel. Y por aquel tiempo la tribu de los Danitas buscaba para sí una heredad donde habitar, porque hasta entonces ninguna heredad se le había asignado como le correspondía entre las tribus de Israel. (Jueces 18:1)
Entonces ellos subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, en Lebo Hamat. (Números 13:21)