Nueva Biblia Latinoamericana
Pero él me dijo: 'Vas a concebir y a dar a luz un hijo; desde ahora no beberás vino ni licor, ni comerás cosa inmunda, porque el niño será Nazareo para Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte.'" (Jueces 13:7)
Entonces Manoa imploró al SEÑOR, y dijo: "Te ruego Señor, que el hombre de Dios que Tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer." (Jueces 13:8)
Dios escuchó la voz de Manoa. Y el ángel de Dios vino otra vez a la mujer cuando estaba sentada en el campo; pero Manoa su marido no estaba con ella. (Jueces 13:9)
La mujer corrió rápidamente y avisó a su marido, y le dijo: "Ven, se me ha aparecido el hombre que vino el otro día."
Manoa se levantó y siguió a su mujer, y cuando llegó al hombre, le dijo: "¿Eres el hombre que habló a la mujer?" "Yo soy," respondió él. (Jueces 13:11)
Y Manoa le preguntó: "Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación?" (Jueces 13:12)
Y el ángel del SEÑOR contestó a Manoa: "Que la mujer atienda a todo lo que le dije. (Jueces 13:13)

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Jueces 13:10 - Referencia Cruzada

Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo a los hombres: (Juan 4:28)
El encontró primero a su hermano Simón, y le dijo: "Hemos hallado al Mesías" (que traducido quiere decir, Cristo). (Juan 1:41)