Nueva Biblia Latinoamericana
En aquel mismo día, el SEÑOR le dijo a Moisés: (Deuteronomio 32:48)
Sube a estos montes de Abarim, al Monte Nebo, que está en la tierra de Moab frente a Jericó, y mira hacia la tierra de Canaán, la cual doy en posesión a los Israelitas. (Deuteronomio 32:49)
Morirás en el monte al cual subes, y serás reunido a tu pueblo, así como tu hermano Aarón murió sobre el Monte Hor, y fue reunido a su pueblo; (Deuteronomio 32:50)
porque ustedes Me fueron infieles en medio de los Israelitas en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin, porque no Me santificaron en medio de los Israelitas.
Por tanto, sólo de lejos verás la tierra, pero no entrarás allí, a la tierra que doy a los Israelitas." (Deuteronomio 32:52)
Esta es la bendición con la que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los Israelitas antes de morir. (Deuteronomio 33:1)
Dijo: "El SEÑOR vino del Sinaí Esclareciéndoles desde Seir; Resplandeció desde el Monte Parán, Y vino de en medio de diez millares de santos; A Su diestra había fulgor centelleante para ellos. (Deuteronomio 33:2)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 32:51":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
¡Dame ese monte!
Artículo titulado ¡Dame ese monte! escrito por Faustino de Jesús Zamora Vargas sobre la actitud y carácter en Cristo que hacen perdurar los sueños e infunden aliento para aprovechar nuevas oportunidades de servir al Señor, con el ejemplo de Caleb y su conquista de las montañas de Hebrón.


Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Deuteronomio 32:51 - Referencia Cruzada

y él le gritó al hombre de Dios que vino de Judá: "Así dice el SEÑOR: 'Porque has desobedecido el mandato del SEÑOR, y no has guardado el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te ha ordenado, (1 Reyes 13:21)
Al SEÑOR de los ejércitos es a quien ustedes deben tener por santo. Sea El su temor, Y sea El su terror. (Isaías 8:13)
Porque cuando ustedes se rebelaron contra Mi mandamiento en el desierto de Zin durante la contienda de la congregación, debieron santificarme en las aguas ante sus ojos." (Esas son las aguas de Meriba, de Cades, en el desierto de Zin.) (Números 27:14)
Yo también supliqué al SEÑOR en aquel tiempo: (Deuteronomio 3:23)
Entonces Moisés dijo a Aarón: "Esto es lo que el SEÑOR dijo: 'Como santo seré tratado por los que se acercan a Mí, Y en presencia de todo el pueblo seré honrado.'" Y Aarón guardó silencio. (Levítico 10:3)
Entonces Moisés levantó su mano y golpeó la peña dos veces con su vara, y brotó agua en abundancia, y bebió el pueblo y sus animales. (Números 20:11)
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? (1 Pedro 4:17)
Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará a la tierra que Yo he dado a los Israelitas, porque ustedes se rebelaron contra Mi orden en las aguas de Meriba. (Números 20:24)