Nueva Biblia Latinoamericana
Porque fuego se ha encendido en Mi ira, Que quema hasta las profundidades del Seol (región de los muertos), Consume la tierra con su fruto, E incendia los fundamentos de los montes. (Deuteronomio 32:22)
Amontonaré calamidades sobre ellos, Emplearé en ellos Mis flechas. (Deuteronomio 32:23)
Serán debilitados por el hambre, y consumidos por la plaga Y destrucción amarga; Dientes de fieras enviaré sobre ellos, Con veneno de serpientes que se arrastran en el polvo. (Deuteronomio 32:24)
Afuera traerá duelo la espada, Y dentro el terror, Tanto al joven como a la virgen, Al niño de pecho como al hombre encanecido.
Yo hubiera dicho: "Los haré pedazos, Borraré la memoria de ellos de entre los hombres," (Deuteronomio 32:26)
Si no hubiera temido la provocación del enemigo, No sea que entendieran mal sus adversarios, No sea que dijeran: "Nuestra mano ha triunfado, Y no es el SEÑOR el que ha hecho todo esto."' (Deuteronomio 32:27)
Porque son una nación privada de consejo, Y no hay en ellos inteligencia. (Deuteronomio 32:28)

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Deuteronomio 32:25 - Referencia Cruzada

La lengua del niño de pecho se le pega Al paladar por la sed; Los pequeños piden pan, Pero no hay quien se lo reparta. (Lamentaciones 4:4)
Y dijeron: "No, porque huiremos a caballo." Por tanto, huirán. Y: "Sobre corceles veloces cabalgaremos." Por tanto, serán veloces los que los persigan. (Isaías 30:16)
Mira, oh SEÑOR, que estoy angustiada; Hierven mis entrañas, Mi corazón se revuelve dentro de mí, Porque he sido muy rebelde. En la calle la espada me deja sin hijos, En la casa es como la muerte. (Lamentaciones 1:20)
Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. (2 Corintios 7:5)
Levántate, da voces en la noche Al comenzar las vigilias. Derrama como agua tu corazón Ante la presencia del Señor. Alza hacia El tus manos Por la vida de tus pequeños, Que desfallecen de hambre En las esquinas de todas las calles." (Lamentaciones 2:19)
La espada está afuera, y la plaga y el hambre están dentro. El que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad, la plaga y el hambre lo consumirán. (Ezequiel 7:15)
Entonces Dios hizo subir contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven ni de la virgen, del viejo ni del débil; a todos ellos los entregó en su mano. (2 Crónicas 36:17)
En cuanto a los que queden de ustedes, infundiré cobardía en sus corazones en la tierra de sus enemigos; y el sonido de una hoja que se mueva los ahuyentará, y aun cuando nadie los persiga, huirán como quien huye de la espada, y caerán. (Levítico 26:36)
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, Ha entrado en nuestros palacios, Exterminando a los niños de las calles, A los jóvenes de las plazas. (Jeremías 9:21)