Entonces Moisés les ordenó: "Al fin de cada siete años, durante el tiempo del año de la remisión de deudas, en la Fiesta de los Tabernáculos,
(Deuteronomio 31:10)cuando todo Israel venga a presentarse delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que El escoja, leerás esta ley delante de todo Israel, a oídos de ellos.
(Deuteronomio 31:11)Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al extranjero que está en tu ciudad, para que escuchen, aprendan a temer al SEÑOR tu Dios, y cuiden de observar todas las palabras de esta ley.
(Deuteronomio 31:12)Y sus hijos, que no la conocen, la oirán y aprenderán a temer al SEÑOR su Dios, mientras vivan en la tierra adonde ustedes van, cruzando al otro lado del Jordán para poseerla."
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "El tiempo de tu muerte está cerca; llama a Josué y preséntense en la tienda de reunión para que Yo le dé mis órdenes." Fueron, pues, Moisés y Josué y se presentaron en la tienda de reunión.
(Deuteronomio 31:14)El SEÑOR se apareció en la tienda en una columna de nube, y la columna de nube se puso a la entrada de la tienda.
(Deuteronomio 31:15)Y el SEÑOR dijo a Moisés: "Mira, tú vas a dormir con tus padres; y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses extranjeros de la tierra en la cual va a entrar, y Me dejará y quebrantará Mi pacto que hice con él.
(Deuteronomio 31:16)Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 31:13":
Deuteronomio 31:13 - Referencia Cruzada
Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la disciplina e instrucción del Señor.
(Efesios 6:4)Instruye al niño en el camino que debe andar, Y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
(Proverbios 22:6)Comprendan ustedes hoy que no estoy hablando con sus hijos, los cuales no han visto la disciplina del SEÑOR su Dios: Su grandeza, Su mano poderosa, Su brazo extendido,
(Deuteronomio 11:2)Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Deuteronomio 6:7)No lo ocultaremos a sus hijos, Sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, Su poder y las maravillas que hizo.
(Salmos 78:4)