Maldito el que se acueste con su hermana, la hija de su padre o de su madre.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.'
(Deuteronomio 27:22)Maldito el que se acueste con su suegra.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.'
(Deuteronomio 27:23)Maldito el que hiera a su vecino secretamente.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.'
(Deuteronomio 27:24)Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocente.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.'
Maldito el que no confirme las palabras de esta ley para ponerlas por obra.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.'"
(Deuteronomio 27:26)Y sucederá que si obedeces diligentemente al SEÑOR tu Dios, cuidando de cumplir todos Sus mandamientos que yo te mando hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra.
(Deuteronomio 28:1)Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al SEÑOR tu Dios:
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Deuteronomio 27:25 - Referencia Cruzada
Este, pues, con el precio de su terrible infamia (iniquidad) adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron.
(Hechos 1:18)No torcerás la justicia; no harás acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo.
(Deuteronomio 16:19)Que edifican a Sion con sangre Y a Jerusalén con iniquidad.
(Miqueas 3:10)Aléjate de acusación falsa, y no mates al inocente ni al justo, porque Yo no absolveré al culpable.
(Éxodo 23:7)El que su dinero no da a interés, Ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme.
(Salmos 15:5)Ha desaparecido el bondadoso de la tierra, Y no hay ninguno recto entre los hombres. Todos acechan para derramar sangre, Unos a otros se echan la red.
(Miqueas 7:2)Si dicen: "Ven con nosotros, Pongámonos al asecho para derramar sangre, Sin causa asechemos al inocente,
(Proverbios 1:11)y les dijo: "¿Qué están dispuestos a darme para que yo les entregue a Jesús?" Y ellos le pesaron treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos).
(Mateo 26:15)Entonces Judas, el que Lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos de plata) a los principales sacerdotes y a los ancianos,
(Mateo 27:3)Porque el SEÑOR su Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno.
(Deuteronomio 10:17)En ti se ha recibido soborno para derramar sangre; has tomado interés y usura, y has dañado a tus prójimos, extorsionándolos y de Mí te has olvidado," declara el Señor DIOS.
(Ezequiel 22:12)