Nueva Biblia Latinoamericana
Ninguno tomará a la mujer de su padre para que no descubra lo que es de su padre." (Deuteronomio 22:30)
Ninguno que haya sido castrado o que tenga cortado su miembro viril entrará en la asamblea del SEÑOR. (Deuteronomio 23:1)
Ningún bastardo entrará en la asamblea del SEÑOR, ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará en la asamblea del SEÑOR. (Deuteronomio 23:2)
Ningún Amonita ni Moabita entrará en la asamblea del SEÑOR; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará jamás en la asamblea del SEÑOR,
porque no fueron al encuentro de ustedes con pan y agua en el camino cuando salieron de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. (Deuteronomio 23:4)
Pero el SEÑOR tu Dios no quiso escuchar a Balaam, sino que el SEÑOR tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te ama. (Deuteronomio 23:5)
Nunca procurarás la paz ni la prosperidad de ellos en todos tus días. (Deuteronomio 23:6)

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Deuteronomio 23:3 - Referencia Cruzada

Además, he adquirido a Rut la Moabita, la viuda de Mahlón, para que sea mi mujer a fin de preservar el nombre del difunto en su heredad, para que el nombre del difunto no sea cortado de entre sus hermanos, ni del atrio de su lugar de nacimiento; ustedes son testigos hoy." (Rut 4:10)
Cuando Sanbalat, Tobías, los Arabes, los Amonitas y los de Asdod se enteraron que continuaba la reparación de las murallas de Jerusalén, que las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho. (Nehemías 4:7)
Tobías el Amonita estaba cerca de él, y dijo: "Aun lo que están edificando, si un zorro saltara sobre ello , derribaría su muralla de piedra." (Nehemías 4:3)
En aquellos días también vi a Judíos que se habían casado con mujeres Asdoditas, Amonitas y Moabitas. (Nehemías 13:23)
Que el extranjero que se ha allegado al SEÑOR, no diga: "Ciertamente el SEÑOR me separará de Su pueblo." Ni diga el eunuco: "Soy un árbol seco." (Isaías 56:3)
Aquel día leyeron del Libro de Moisés a oídos del pueblo; y se encontró escrito en él que los Amonitas y los Moabitas no debían entrar jamás en la asamblea de Dios, (Nehemías 13:1)
Y el pariente más cercano respondió: "No puedo redimirla para mí mismo, no sea que perjudique mi heredad. Redímela para ti; usa tú mi derecho de redención, pues yo no puedo redimirla." (Rut 4:6)