Nueva Biblia Latinoamericana
La mano de los testigos caerá primero contra él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo. Así quitarás el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 17:7)
Si un caso te es muy difícil de juzgar, como entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de pleito y otra, o entre una clase de asalto y otra, siendo casos de litigio en tus puertas, te levantarás y subirás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja. (Deuteronomio 17:8)
Y vendrás al sacerdote Levita o al juez que oficie en aquellos días, y consultarás con ellos , y ellos te declararán el fallo del caso. (Deuteronomio 17:9)
Harás conforme a los términos de la sentencia que te declaren desde aquel lugar que el SEÑOR escoja; y cuidarás de observar todo lo que ellos te enseñen.
Según los términos de la ley que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás; no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren. (Deuteronomio 17:11)
Y el hombre que proceda con orgullo, no escuchando al sacerdote que está allí para servir al SEÑOR tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá. Así quitarás el mal de en medio de Israel. (Deuteronomio 17:12)
Entonces todo el pueblo escuchará y temerá, y no volverá a proceder con arrogancia. (Deuteronomio 17:13)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 17:10":

Dr. Roberto Miranda
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazon!
En este artículo, el autor habla sobre la importancia de mantener nuestro corazón conforme al de Dios y ser excelentes en todo lo que hacemos para Él. También se destacan las pruebas que Dios pone a las personas para determinar quiénes son aptos para la tarea que les ha encomendado.


Dr. Roberto Miranda
Debemos juzgar a los demás - o no?
En este sermón, el pastor enseña acerca del Capítulo 2 de Romanos y cómo es importante entender el contexto histórico y cultural en el cual Pablo escribió esta epístola, así como la importancia de juzgar con temor y humildad y vivir vidas santas.


Deuteronomio 17:10 - Referencia Cruzada

El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un banquete de bodas para su hijo. (Mateo 22:2)