El te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; El sacó para ti agua de la roca de pedernal.
(Deuteronomio 8:15)En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien.
(Deuteronomio 8:16)No sea que digas en tu corazón: 'Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza.'
(Deuteronomio 8:17)Pero acuérdate del SEÑOR tu Dios, porque El es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar Su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.
Pero sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra ustedes hoy, que ciertamente perecerán.
(Deuteronomio 8:19)Como las naciones que el SEÑOR destruye delante de ustedes, así perecerán ustedes, porque no oyeron la voz del SEÑOR su Dios.
(Deuteronomio 8:20)Oye, Israel: Hoy vas a pasar el Jordán para entrar a desposeer a naciones más grandes y más poderosas que tú, ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo,
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Deuteronomio 8:18 - Referencia Cruzada
Entonces sucederá, que porque escuchas estos decretos y los guardas y los cumples, el SEÑOR tu Dios guardará Su pacto contigo y Su misericordia que juró a tus padres.
(Deuteronomio 7:12)La bendición del SEÑOR es la que enriquece, Y El no añade tristeza con ella.
(Proverbios 10:22)Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi Roca, Que adiestra mis manos para la guerra, Y mis dedos para la batalla.
(Salmos 144:1)Pues ella no sabía que era Yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite, Y le prodigaba la plata y el oro, Que ellos usaban para Baal.
(Oseas 2:8)Cántico de ascenso gradual; de Salomón. Si el SEÑOR no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si el SEÑOR no guarda la ciudad, En vano vela la guardia.
(Salmos 127:1)mas porque el SEÑOR los amó y guardó el juramento que hizo a sus padres (antepasados), el SEÑOR los sacó con mano fuerte y los redimió de casa de servidumbre (de esclavos), de la mano de Faraón, rey de Egipto.
(Deuteronomio 7:8)