Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije a ella: 'Este es el favor que me harás: a cualquier lugar que vayamos, dirás de mí: "Es mi hermano."'" (Génesis 20:13)
Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer. (Génesis 20:14)
Y le dijo Abimelec: "Mi tierra está delante de ti. Habita donde quieras." (Génesis 20:15)
A Sara le dijo: "Mira, he dado a tu hermano 1,000 monedas de plata. Esta es tu vindicación delante de todos los que están contigo, y ante todos quedas vindicada."
Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas, y tuvieron hijos. (Génesis 20:17)
Porque el SEÑOR había cerrado completamente toda matriz en la casa de Abimelec por causa de Sara, mujer de Abraham. (Génesis 20:18)
Entonces el SEÑOR prestó atención a Sara como había dicho, e hizo el SEÑOR por Sara como había prometido. (Génesis 21:1)

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Génesis 20:16 - Referencia Cruzada

¿No me dijo él mismo: 'Es mi hermana'? Y ella también dijo: 'Es mi hermano.' En la integridad de mi corazón y con manos inocentes yo he hecho esto." (Génesis 20:5)
Mejor es la reprensión franca Que el amor encubierto. (Proverbios 27:5)
El capitán se le acercó y le dijo: "¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios! Quizás tu Dios piense en nosotros y no pereceremos." (Jonás 1:6)
Abimelec ordenó a todo el pueblo: "El que toque a este hombre o a su mujer, de cierto morirá." (Génesis 26:11)
Como pendiente de oro y adorno de oro fino Es el sabio que reprende al oído atento. (Proverbios 25:12)
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19)
Pero Joab dijo: "Añada el SEÑOR a Su pueblo cien veces más de lo que son. Pero, oh rey, señor mío, ¿no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Por qué procura esto mi señor? ¿Por qué ha de ser él motivo de culpa para Israel?" (1 Crónicas 21:3)
y dijo al siervo: "¿Quién es ese hombre que camina por el campo a nuestro encuentro?" "Es mi señor," le respondió el siervo. Y ella tomó el velo y se cubrió. (Génesis 24:65)
No reprendas al insolente, para que no te aborrezca; Reprende al sabio, y te amará. (Proverbios 9:8)
El que ama la instrucción ama el conocimiento, Pero el que odia la reprensión es torpe. (Proverbios 12:1)