Los Israelitas hicieron guerra contra Madián, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones.
(Números 31:7)Junto con sus muertos, mataron a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, los cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam, hijo de Beor.
(Números 31:8)Y los Israelitas tomaron cautivas a las mujeres de Madián y a sus pequeños; y saquearon todo su ganado, todos sus rebaños y todos sus bienes.
(Números 31:9)Después prendieron fuego a todas las ciudades donde habitaban y a todos sus campamentos.
Y tomaron todo el despojo y todo el botín, tanto de hombres como de animales.
(Números 31:11)Los cautivos, el botín y los despojos los trajeron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a la congregación de los Israelitas, al campamento en las llanuras de Moab que están junto al Jordán, frente a Jericó.
(Números 31:12)Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los jefes de la congregación salieron a recibirlos fuera del campamento.
(Números 31:13)Otras publicaciones relacionadas con "Números 31:10":
Números 31:10 - Referencia Cruzada
Porque Faraón, rey de Egipto, había subido y capturado Gezer, le había prendido fuego, había matado a los Cananeos que habitaban en la ciudad, y la había dado en dote (regalo de bodas) a su hija, la mujer de Salomón.
(1 Reyes 9:16)Por eso, en un solo día, vendrán sus plagas: muerte, duelo (llanto), y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios que la juzga es poderoso.
(Apocalipsis 18:8)Estos fueron los hijos de Ismael, y éstos sus nombres, por sus aldeas y por sus campamentos: doce príncipes según sus tribus.
(Génesis 25:16)La tierra de ustedes está desolada, Sus ciudades quemadas por el fuego, Su suelo lo devoran los extraños delante de ustedes, Y es una desolación, como destruida por extraños.
(Isaías 1:7)Al tercer día, cuando David y sus hombres llegaron a Siclag, los Amalecitas habían hecho una incursión en el Neguev (región del sur) y contra Siclag, y habían asolado a Siclag y la habían incendiado,
(1 Samuel 30:1)Entonces prendieron fuego a la ciudad y a todo lo que en ella había. Sólo pusieron en el tesoro de la casa (del tabernáculo) del SEÑOR, la plata, el oro y los utensilios de bronce y de hierro.
(Josué 6:24)