Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en su tierra, que traigan al SEÑOR, serán tuyos. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ello. (Números 18:13)

Toda cosa dedicada en Israel, será tuya. (Números 18:14)

Todo lo que abre la matriz de toda carne (de todo ser viviente), ya sea hombre o animal, que presenten al SEÑOR, será tuyo; sin embargo, el primogénito de hombre ciertamente redimirás, y el primogénito de animales inmundos redimirás. (Números 18:15)

En cuanto a su redención, de un mes los redimirás, según tu valuación, por cinco siclos (57 gramos) en plata, según el siclo del santuario que es de veinte geras (11.4 gramos de plata).

Pero no redimirás el primogénito de buey, ni el primogénito de oveja, ni el primogénito de cabra; son sagrados. Rociarás su sangre en el altar y quemarás su grasa como ofrenda encendida, como aroma agradable al SEÑOR. (Números 18:17)

Y su carne será para ti; así como el pecho de la ofrenda mecida y la pierna derecha son tuyas. (Números 18:18)

Todas las ofrendas de lo que es santo, que los Israelitas ofrezcan al SEÑOR, las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua; es un pacto permanente delante del SEÑOR para ti y para tu descendencia contigo." (Números 18:19)

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Números 18:16 - Referencia Cruzada

tomarás cinco siclos (57 gramos de plata) por cada uno; los tomarás conforme al siclo del santuario; el siclo (11.4 gramos de plata) tiene veinte geras, (Números 3:47)

Esto dará todo el que sea contado: medio siclo (5.7 gramos de plata), conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. Medio siclo es la ofrenda al SEÑOR. (Éxodo 30:13)

Toda valuación que hagas será conforme al siclo del santuario. Veinte geras son un siclo (11.4 gramos de plata). (Levítico 27:25)

Y el siclo (11.4 gramos de plata) será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos y quince siclos serán una mina (en este vers 60 siclos) para ustedes. (Ezequiel 45:12)

Di a los Israelitas: 'Cuando un hombre haga un voto difícil de cumplir, él será evaluado según tu valuación de personas pertenecientes al SEÑOR. (Levítico 27:2)