Moisés habló a los Israelitas, y todos los jefes de ellos le dieron varas, una por cada jefe según sus casas paternas; doce varas, con la vara de Aarón entre sus varas.
(Números 17:6)
Y Moisés colocó las varas en la tienda del testimonio delante del SEÑOR.
(Números 17:7)
Al siguiente día, Moisés entró en la tienda del testimonio, y vio que la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones, y había producido flores, y almendras maduras.
(Números 17:8)
Moisés entonces sacó todas las varas de la presencia del SEÑOR y las llevó a los Israelitas; y ellos las miraron y cada uno tomó su vara.
Pero el SEÑOR dijo a Moisés: "Vuelve a poner la vara de Aarón delante del testimonio para guardarla por señal a los rebeldes, para que hagas cesar sus murmuraciones contra Mí, y no mueran."
(Números 17:10)
Así lo hizo Moisés; como el SEÑOR le había ordenado, así lo hizo.
(Números 17:11)
Entonces los Israelitas dijeron a Moisés: "Vamos a morir; estamos perdidos; todos nosotros estamos perdidos.
(Números 17:12)
