y presentarás a los Levitas delante del SEÑOR; y los Israelitas pondrán sus manos sobre los Levitas.
(Números 8:10)Entonces Aarón presentará a los Levitas delante del SEÑOR, como ofrenda mecida de los Israelitas, para que ellos puedan cumplir el ministerio del SEÑOR.
(Números 8:11)Los Levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los novillos, y entonces ofrecerán uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto al SEÑOR, para hacer expiación por los Levitas.
(Números 8:12)Harás que los Levitas estén de pie delante de Aarón y delante de sus hijos, para presentarlos como ofrenda mecida al SEÑOR.
Así separarás a los Levitas de entre los Israelitas, y los Levitas serán Míos.
(Números 8:14)Y después de eso, los Levitas podrán entrar para ministrar en la tienda de reunión, tú los purificarás y los presentarás como ofrenda mecida;
(Números 8:15)porque son enteramente dedicados para Mí de entre los Israelitas. Los he tomado para Mí en lugar de todo primer fruto de la matriz, los primogénitos de todos los Israelitas.
(Números 8:16)Otras publicaciones relacionadas con "Números 8:13":
Números 8:13 - Referencia Cruzada
Los Levitas se purificaron a sí mismos de pecados, y lavaron sus ropas; y Aarón los presentó como ofrenda mecida delante del SEÑOR. También Aarón hizo expiación por ellos para purificarlos.
(Números 8:21)Entonces Aarón presentará a los Levitas delante del SEÑOR, como ofrenda mecida de los Israelitas, para que ellos puedan cumplir el ministerio del SEÑOR.
(Números 8:11)Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable (agradable) a Dios, que es el culto racional de ustedes.
(Romanos 12:1)Yo mismo he tomado a sus hermanos, los Levitas, de entre los Israelitas; son un regalo para ustedes, dedicados al SEÑOR, para servir en el ministerio de la tienda de reunión.
(Números 18:6)para ser ministro de Cristo Jesús a los Gentiles, ministrando a manera de sacerdote el evangelio de Dios, a fin de que la ofrenda que hago de los Gentiles sea aceptable, santificada por el Espíritu Santo.
(Romanos 15:16)