Nueva Biblia Latinoamericana
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)
Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en Mi trono, como yo también vencí y me senté con Mi Padre en Su trono. (Apocalipsis 3:21)
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias."'" (Apocalipsis 3:22)
Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo. Y la primera voz que yo había oído, como sonido de trompeta que hablaba conmigo, decía: "Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas."
Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a Uno sentado en el trono. (Apocalipsis 4:2)
El que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda. (Apocalipsis 4:3)
Y alrededor del trono había veinticuatro tronos. Y sentados en los tronos, veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza. (Apocalipsis 4:4)

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Apocalipsis 4:1 - Referencia Cruzada

Vio el cielo abierto y un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas. (Hechos 10:11)
Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que son, y las que han de suceder después de éstas. (Apocalipsis 1:19)
Estaba yo en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como sonido de trompeta, (Apocalipsis 1:10)
Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y los cielos se abrieron en ese momento y él (Juan) vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre El. (Mateo 3:16)
Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado; y mientras El oraba, el cielo se abrió, (Lucas 3:21)
y dijo: "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios." (Hechos 7:56)
Y me dijo: "Estas palabras son fieles y verdaderas." El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, envió a Su ángel para mostrar a Sus siervos las cosas que han de suceder enseguida. (Apocalipsis 22:6)
Entonces el SEÑOR le dijo: "Ve, desciende, y vuelve a subir, tú y Aarón contigo; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los límites para subir al SEÑOR, no sea que El se lance contra ellos." (Éxodo 19:24)
Y el SEÑOR dijo a Moisés: "Sube hasta Mí, al monte, y espera allí, y te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instrucción de ellos." (Éxodo 24:12)
Pero cuando El, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. (Juan 16:13)
La Revelación (El Apocalipsis) de Jesucristo, que Dios Le dio, para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. El la dio a conocer (la manifestó) enviándola por medio de Su ángel a Su siervo Juan, (Apocalipsis 1:1)
Inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu descendía sobre El como una paloma; (Marcus 1:10)
El séptimo ángel derramó su copa en el aire. Una gran voz salió del templo, del trono, que decía: "Hecho está." (Apocalipsis 16:17)
Prepárate, pues, para la mañana, y sube temprano al Monte Sinaí, y allí preséntate a Mí en la cumbre del monte. (Éxodo 34:2)
Estos son los nombres de los hijos de Israel que fueron a Egipto con Jacob. Cada uno fue con su familia: (Éxodo 1:1)
Entonces ellos oyeron una gran voz del cielo que les decía: "Suban acá." Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron. (Apocalipsis 11:12)