Y si la lepra brota y se extiende en la piel, y la lepra cubre toda la piel del que tenía la infección, desde su cabeza hasta sus pies, hasta donde pueda ver el sacerdote,
(Levítico 13:12)
entonces el sacerdote mirará, y si ve que la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al que tenía la infección; se ha vuelto toda blanca y él es limpio.
(Levítico 13:13)
Pero cuando aparezca en él carne viva, quedará inmundo.
(Levítico 13:14)
El sacerdote mirará la carne viva, y lo declarará inmundo; la carne viva es inmunda, es lepra.
Pero si la carne viva cambia nuevamente y se vuelve blanca, entonces vendrá al sacerdote,
(Levítico 13:16)
y el sacerdote lo mirará, y si ve que la infección se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la infección; limpio es.
(Levítico 13:17)
Cuando el cuerpo tenga una úlcera en su piel, y se sane,
(Levítico 13:18)
