Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
(Hebreos 11:16)El consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir.
(Hebreos 11:19)Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró, apoyándose sobre el extremo de su bastón.
(Hebreos 11:21)Pero Dios respondió: "No, sino que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le pondrás el nombre de Isaac; y estableceré Mi pacto con él, pacto perpetuo para su descendencia después de él.
(Génesis 17:19)