Nueva Biblia Latinoamericana
Sin tener padre, ni madre, y sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad. (Hebreos 7:3)
Consideren, pues, la grandeza de este Melquisedec a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín. (Hebreos 7:4)
Y en verdad los hijos (descendientes) de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento en la Ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son descendientes de Abraham. (Hebreos 7:5)
Pero aquél cuya genealogía no viene de ellos, recibió el diezmo de Abraham y bendijo al que tenía las promesas.
Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. (Hebreos 7:7)
Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el diezmo, pero allí, los recibe uno de quien se da testimonio de que vive. (Hebreos 7:8)
Y, por decirlo así, por medio de Abraham también Leví, que recibía diezmos, pagaba diezmos, (Hebreos 7:9)

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Hebreos 7:6 - Referencia Cruzada

Ustedes son los hijos (descendientes) de los profetas y del pacto que Dios hizo con sus padres, al decir a Abraham: 'Y EN TU SIMIENTE SERAN BENDITAS TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA.' (Hechos 3:25)
Porque la promesa a Abraham o a su descendencia de que él sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la Ley, sino por medio de la justicia de la fe. (Romanos 4:13)
Di, por favor, que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y para que yo viva gracias a ti." (Génesis 12:13)
Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: "y a las descendencias," como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: "y a tu descendencia," es decir, Cristo (el Mesías). (Gálatas 3:16)
Sin tener padre, ni madre, y sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad. (Hebreos 7:3)
Haré de ti una nación grande, Y te bendeciré, Engrandeceré tu nombre, Y serás bendición. (Génesis 12:2)
Porque son Israelitas, a quienes pertenece la adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas, (Romanos 9:4)
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptado con gusto, confesando que eran extranjeros y peregrinos (expatriados) sobre la tierra. (Hebreos 11:13)
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que se encontró con Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo, (Hebreos 7:1)
Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por El mismo, (Hebreos 6:13)
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo. (Hebreos 11:17)
Y el SEÑOR dijo a Abram después que Lot se había separado de él: "Alza ahora los ojos y mira desde el lugar donde estás hacia el norte, el sur, el oriente y el occidente, (Génesis 13:14)
En cuanto a Mí, ahora Mi pacto es contigo, Y serás padre de multitud de naciones. (Génesis 17:4)
El lo bendijo, diciendo: "Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Creador (Dueño) del cielo y de la tierra; (Génesis 14:19)
de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. (Génesis 22:17)