Nueva Biblia Latinoamericana
Porque quizá por esto se apartó de ti por algún tiempo, para que lo volvieras a recibir para siempre, (Filemón 1:15)
ya no como esclavo, sino como más que un esclavo, como un hermano amado, especialmente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. (Filemón 1:16)
Si me tienes, pues, por compañero, acéptalo como me aceptarías a mí. (Filemón 1:17)
Y si te ha perjudicado en alguna forma, o te debe algo, cárgalo a mi cuenta.
Yo, Pablo, escribo esto con mi propia mano. Yo lo pagaré (por no decirte que aun tú mismo te me debes a mí). (Filemón 1:19)
Sí, hermano, permíteme disfrutar este beneficio de ti en el Señor. Recrea (Conforta) mi corazón en Cristo. (Filemón 1:20)
Te escribo confiado en tu obediencia, sabiendo que harás aún más de lo que digo. (Filemón 1:21)

Otras publicaciones relacionadas con "Filemón 1:18":

Dr. Roberto Miranda
Dios nos trata con una gran generosidad
En la Epístola a Filemón, Pablo habla sobre la generosidad y el amor de Dios hacia nosotros y cómo debemos mantener una tensión equilibrada entre ser siervos inútiles y hijos bendecidos en nuestra vida cristiana.


Dr. Roberto Miranda
Dios podría recibirnos como esclavos pero nos trata como hijos
En esta meditación, reflexionamos sobre la dualidad de nuestra identidad como siervos inútiles de Dios, pero también como hijos amados de Su Reino. author: Dr. Roberto Miranda, title: Dios podría recibirnos como esclavos pero nos trata como hijos, summary: En esta meditación, reflexionamos sobre la dualidad de nuestra identidad como siervos inútiles de Dios, pero también como hijos amados de Su Reino. A través de la Epístola de Pablo a Filemón, vemos cómo Dios nos trata con consideración y misericordia, aunque Él podría demandar lo que quisiera de nosotros. Debemos mantener estas dos vertientes en nuestra mente y acercarnos a Dios con audacia y atrevimiento, pero sin presumir de ser algo más de lo que somos. Que esta parábola siga enriqueciendo nuestro caminar en la fe en el Nombre de Jesús.


Filemón 1:18 - Referencia Cruzada

Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. (Isaías 53:4)