Nueva Biblia Latinoamericana
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia a ustedes y paz. (1 Tesalonicenses 1:1)
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, mencionándolos en nuestras oraciones, (1 Tesalonicenses 1:2)
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre su obra de fe, su trabajo de amor y la firmeza (perseverancia) de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 1:3)
Sabemos, hermanos amados de Dios, de la elección de ustedes,
porque nuestro evangelio no vino a ustedes solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción; como saben qué clase de personas demostramos ser entre ustedes por el amor que les tenemos. (1 Tesalonicenses 1:5)
Y ustedes llegaron a ser imitadores de nosotros y del Señor, habiendo recibido la palabra, en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo, (1 Tesalonicenses 1:6)
de tal manera que llegaron a ser un ejemplo para todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. (1 Tesalonicenses 1:7)

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1 Tesalonicenses 1:4 - Referencia Cruzada

Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. (2 Tesalonicenses 2:13)
Como también dice en Oseas: "A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO, LLAMARE: 'PUEBLO MIO,' Y A LA QUE NO ERA AMADA: 'AMADA M&IA .' (Romanos 9:25)
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con Su sangre: Que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes. (1 Pedro 1:2)
Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. (Romanos 8:28)
Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor (Efesios 1:4)
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor hacia la humanidad, (Tito 3:4)
Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia (tolerancia); (Colosenses 3:12)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, (Efesios 2:4)
A todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Romanos 1:7)
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre su obra de fe, su trabajo de amor y la firmeza (perseverancia) de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 1:3)
Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. (Filipenses 1:6)
Y de la misma manera, también ha quedado en el tiempo presente un remanente conforme a la elección de la gracia de Dios. (Romanos 11:5)
El nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según Su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad, (2 Timoteo 1:9)
Así que, hermanos, sean cada vez más diligentes para hacer firme su llamado y elección de parte de Dios. Porque mientras hagan (practiquen) estas cosas nunca caerán. (2 Pedro 1:10)