Porque escrito está: "REGOCIJATE, OH ESTERIL, LA QUE NO CONCIBES; PRORRUMPE Y CLAMA, TU QUE NO TIENES DOLORES DE PARTO, PORQUE MAS SON LOS HIJOS DE LA DESOLADA, QUE DE LA QUE TIENE MARIDO."
(Gálatas 4:27)Y ustedes, hermanos, como Isaac, son hijos de la promesa.
(Gálatas 4:28)Pero así como entonces el que nació según la carne persiguió al que nació según el Espíritu, así también sucede ahora.
(Gálatas 4:29)Pero, ¿qué dice la Escritura? "ECHA FUERA A LA SIERVA Y A SU HIJO, PUES EL HIJO DE LA SIERVA NO SERA HEREDERO CON EL HIJO DE LA LIBRE."
Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre.
(Gálatas 4:31)Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud.
(Gálatas 5:1)Miren, yo, Pablo, les digo que si se dejan circuncidar, Cristo de nada les aprovechará.
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Gálatas 4:30 - Referencia Cruzada
La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: "EN TI SERAN BENDITAS TODAS LAS NACIONES."
(Gálatas 3:8)Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.
(Gálatas 3:22)y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre.
(Juan 8:35)Dios no ha desechado a Su pueblo, al cual conoció con anterioridad. ¿O no saben lo que dice la Escritura en el pasaje sobre Elías, cómo suplica a Dios contra Israel:
(Romanos 11:2)¿O piensan que la Escritura dice en vano: "Dios celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?"
(Santiago 4:5)Entonces ¿qué? Aquello que Israel busca no lo ha alcanzado, pero los que fueron escogidos lo alcanzaron y los demás fueron endurecidos;
(Romanos 11:7)Por eso le dijo a Abraham: "Echa fuera a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de ser heredero junto con mi hijo Isaac."
(Génesis 21:10)Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!"
(Romanos 8:15)Porque ¿qué dice la Escritura? "Y CREYO ABRAHAM A DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA."
(Romanos 4:3)