Nueva Biblia Latinoamericana
Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? (1 Corintios 12:19)
Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. (1 Corintios 12:20)
Y el ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito;" ni tampoco la cabeza a los pies: "No los necesito." (1 Corintios 12:21)
Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios;
y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra. Así que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, (1 Corintios 12:23)
ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Pero así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, (1 Corintios 12:24)
a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. (1 Corintios 12:25)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Corintios 12:22":

Omar Soto
Una comunidad ungida y diversa (Parte 2)
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la unidad y la diversidad en el cuerpo de Cristo y cómo cada miembro es necesario para su funcionamiento. También enfatiza la importancia de reconocer y nutrir la diversidad en el cuerpo para poder transmitir el poder y la unción de Dios al mundo.


Milagros García Klibansky
Uno en Cristo
Reflexión sobre la importancia de aceptar y valorar la diversidad de miembros en la iglesia y unirse en el amor de Cristo.


1 Corintios 12:22 - Referencia Cruzada

Más valen dos que uno solo, Pues tienen mejor pago por su trabajo. (Eclesiastés 4:9)
En la multitud del pueblo está la gloria del rey, Pero en la falta de pueblo está la ruina del príncipe. (Proverbios 14:28)
Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos en todo, que sean complacientes, no contradiciendo, (Tito 2:9)
Con todo, es de beneficio para el país que el rey mantenga cultivado el campo. (Eclesiastés 5:9)
Ustedes también cooperaron con nosotros con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos. (2 Corintios 1:11)
Había una pequeña ciudad con pocos hombres en ella. Llegó un gran rey, la cercó y construyó contra ella grandes baluartes. (Eclesiastés 9:14)