Nueva Biblia Latinoamericana
Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LO INSTRUYA? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. (1 Corintios 2:16)
Así que yo, hermanos, no pude hablarles como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. (1 Corintios 3:1)
Les di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podían recibirlo . En verdad, ni aun ahora pueden, (1 Corintios 3:2)
porque todavía son carnales. Pues habiendo celos y discusiones entre ustedes, ¿no son carnales y andan como hombres del mundo ?
Porque cuando uno dice: "Yo soy de Pablo," y otro: "Yo soy de Apolos," ¿no son como hombres del mundo ? (1 Corintios 3:4)
¿Qué es, pues, Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores mediante los cuales ustedes han creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno. (1 Corintios 3:5)
Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. (1 Corintios 3:6)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Corintios 3:3":

Dr. Roberto Miranda
Efesios 4 (Parte 5)
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la madurez espiritual y cómo alcanzar la plena medida de la estatura de Jesucristo. Se utiliza el pasaje de 2 Pedro 1:5-9 para ilustrar la acumulación de cualidades necesarias para la madurez y la participación en la naturaleza divina.


Dr. Roberto Miranda
No ignoren los dones espirituales
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre la importancia de discernir los dones espirituales y tener cuidado con las falsas enseñanzas. Destaca la necesidad de protección divina y la importancia de usar los dones con veracidad. Se enfatiza la importancia de tener un fundamento sólido en la palabra de Dios y examinar los frutos y las obras de un ministerio.


1 Corintios 3:3 - Referencia Cruzada

Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, (Marcus 7:21)
Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias. (Romanos 13:13)
para vivir el tiempo que le queda en la carne, ya no para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. (1 Pedro 4:2)
Pero si ustedes se muerden y se devoran unos a otros, tengan cuidado, no sea que se consuman unos a otros. (Gálatas 5:15)
Porque he sido informado acerca de ustedes, hermanos míos, por los de Cloé, que hay discusiones entre ustedes. (1 Corintios 1:11)
Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala. (Santiago 3:16)
Pues, en primer lugar, oigo que cuando se reúnen como iglesia hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. (1 Corintios 11:18)
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, (Gálatas 5:19)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
en los cuales anduvieron en otro tiempo según la corriente (la época) de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. (Efesios 2:2)
¿Se atreve alguno de ustedes, cuando tiene algo contra su prójimo, a ir a juicio ante los incrédulos y no ante los santos? (1 Corintios 6:1)
Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no son lo que deseo, y yo sea hallado por ustedes que no soy lo que desean. Que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes. (2 Corintios 12:20)
que en cuanto a la anterior manera de vivir, ustedes se despojen del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, (Efesios 4:22)
Pero ellos, como Adán (la humanidad), han transgredido el pacto; Allí Me han traicionado. (Oseas 6:7)
¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No vienen de las pasiones que combaten en sus miembros? (Santiago 4:1)