Nueva Biblia Latinoamericana
Saluden a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisión, que se destacan entre los apóstoles y quienes también vinieron a Cristo antes que yo. (Romanos 16:7)
Saluden a Amplias, mi querido hermano en el Señor. (Romanos 16:8)
Saluden a Urbano, nuestro colaborador en Cristo, y a mi querido hermano Estaquis. (Romanos 16:9)
Saluden a Apeles, el aprobado en Cristo. Saluden a los de la casa de Aristóbulo.
Saluden a Herodión, mi pariente. Saluden a los de la casa de Narciso, que son del Señor. (Romanos 16:11)
Saluden a Trifena y a Trifosa, obreras del Señor. Saluden a la querida hermana Pérsida, que ha trabajado mucho en el Señor. (Romanos 16:12)
Saluden a Rufo, escogido en el Señor, también a su madre y mía. (Romanos 16:13)

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Romanos 14 - Preferirse unos a otros
El Apóstol Pablo habla sobre cómo manejar la diversidad en nuestras congregaciones y cómo debemos tratarnos unos a otros cuando hay diferencias de opinión acerca de cosas que consideramos importantes. Debemos aprender a tolerarnos y respetarnos en nuestra diversidad, y no menospreciarnos, juzgarnos o ridiculizarnos unos a otros. Debemos estar conscientes de que somos parte de un cuerpo y que tenemos que respetar el espacio unos de los otros. Además, la conciencia de que no somos dueños de nuestros hermanos, sino que pertenecen al Señor, nos ayuda a no juzgarlos y a respetar su proceso con Dios. Como congregación, debemos trabajar hacia la unidad y no pelear por nuestras opiniones.


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Dios nos trata con una gran generosidad
En la Epístola a Filemón, Pablo habla sobre la generosidad y el amor de Dios hacia nosotros y cómo debemos mantener una tensión equilibrada entre ser siervos inútiles y hijos bendecidos en nuestra vida cristiana.


Romanos 16:10 - Referencia Cruzada

Pero ustedes conocen los probados méritos de Timoteo, que sirvió conmigo en la propagación del evangelio como un hijo sirve a su padre. (Filipenses 2:22)
Saluda a Prisca (Priscila) y a Aquila, y a la casa de Onesíforo. (2 Timoteo 4:19)
Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos. (Deuteronomio 8:2)
para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; (1 Pedro 1:7)
Porque el que de esta manera sirve a Cristo, es aceptable a Dios y aprobado por los hombres. (Romanos 14:18)
Con ellos hemos enviado a nuestro hermano, de quien hemos comprobado con frecuencia que fue diligente en muchas cosas, pero que ahora es mucho más diligente debido a la gran confianza que tiene en ustedes. (2 Corintios 8:22)
Pues también con este fin les escribí, para ponerlos a prueba y ver si son obedientes en todo. (2 Corintios 2:9)
Porque es necesario que entre ustedes haya bandos, a fin de que se manifiesten entre ustedes los que son aprobados. (1 Corintios 11:19)
Que también éstos sean sometidos a prueba primero, y si son irreprensibles, que entonces sirvan como diáconos. (1 Timoteo 3:10)