Nueva Biblia Latinoamericana
pero al que no trabaja, pero cree en Aquél que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia. (Romanos 4:5)
Como también David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios atribuye justicia aparte de las obras: (Romanos 4:6)
BIENAVENTURADOS AQUELLOS CUYAS INIQUIDADES HAN SIDO PERDONADAS, Y CUYOS PECADOS HAN SIDO CUBIERTOS. (Romanos 4:7)
BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARA EN CUENTA."
¿Es, pues, esta bendición sólo para los circuncisos, o también para los incircuncisos? Porque decimos: "A ABRAHAM, LA FE LE FUE CONTADA POR JUSTICIA." (Romanos 4:9)
Entonces, ¿cómo le fue contada? ¿Siendo circunciso o incircunciso? No siendo circunciso, sino siendo incircunciso. (Romanos 4:10)
Abraham recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también se les tome en cuenta a ellos. (Romanos 4:11)

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Romanos 4:8 - Referencia Cruzada

Pero quiso el SEÑOR Quebrantarlo, sometiéndolo a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación, Verá a Su descendencia, Prolongará Sus días, Y la voluntad del SEÑOR en Su mano prosperará. (Isaías 53:10)
Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. (1 Pedro 3:18)
¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño! (Salmos 32:2)
es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con El mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación. (2 Corintios 5:19)
Y si te ha perjudicado en alguna forma, o te debe algo, cárgalo a mi cuenta. (Filemón 1:18)
El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados. (1 Pedro 2:24)