Nueva Biblia Latinoamericana
Pero El me dijo: 'Ve, porque te voy a enviar lejos, a los Gentiles.'" (Hechos 22:21)
La multitud lo oyó hasta que dijo esto, entonces alzaron sus voces y dijeron: "¡Quita de la tierra a ese hombre! No se le debe permitir que viva." (Hechos 22:22)
Como ellos vociferaban, y arrojaban sus mantos, y echaban polvo al aire, (Hechos 22:23)
el comandante ordenó que llevaran a Pablo al cuartel, diciendo que debía ser sometido a azotes para saber la razón por qué la gente gritaban contra él de aquella manera.
Cuando lo estiraron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba allí: "¿Les es lícito azotar a un ciudadano Romano sin haberle hecho juicio?" (Hechos 22:25)
Al oír esto el centurión, fue al comandante y le avisó: "¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano Romano." (Hechos 22:26)
Vino el comandante a Pablo y le dijo: "Dime, ¿eres ciudadano Romano?" "Sí," contestó él. (Hechos 22:27)

Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 22:24":

Dr. Roberto Miranda
Debemos juzgar a los demás - o no?
En este sermón, el pastor enseña acerca del Capítulo 2 de Romanos y cómo es importante entender el contexto histórico y cultural en el cual Pablo escribió esta epístola, así como la importancia de juzgar con temor y humildad y vivir vidas santas.


Dr. Roberto Miranda
Fluir bajo autoridad
En esta enseñanza, el pastor habla sobre la importancia de entender y practicar la ciencia de la autoridad en el mundo físico, espiritual y humano. Se enfoca en el ejemplo del centurión romano y cómo la obediencia a las leyes divinas puede llevar a la autoridad sobre la materia y las relaciones humanas. El pastor anima a examinarse a uno mismo para ver dónde se está rebelando contra la autoridad y cómo alinearse con ella para recibir bendición y éxito en la vida.


Hechos 22:24 - Referencia Cruzada

Las mujeres recibieron a sus muertos mediante la resurrección. Otros fueron torturados, no aceptando su liberación a fin de obtener una mejor resurrección. (Hebreos 11:35)
Entonces, Pilato tomó a Jesús y Lo azotó. (Juan 19:1)
Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante de la compañía (tropa) Romana que toda Jerusalén estaba en confusión. (Hechos 21:31)
Cuando lo estiraron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba allí: "¿Les es lícito azotar a un ciudadano Romano sin haberle hecho juicio?" (Hechos 22:25)
Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosa y otros otra, y como él no pudo averiguar con certeza los hechos, debido al tumulto, ordenó que llevaran a Pablo al cuartel. (Hechos 21:34)
Pero Pablo les dijo: "Aunque somos ciudadanos Romanos, nos han azotado públicamente sin hacernos juicio y nos han echado a la cárcel; ¿y ahora nos sueltan en secreto? ¡De ninguna manera! Que ellos mismos vengan a sacarnos." (Hechos 16:37)
Al surgir un gran altercado, el comandante tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel. (Hechos 23:10)
Cuando este hombre fue arrestado por los Judíos, y estaba a punto de ser muerto por ellos, al saber que era Romano, fui con las tropas y lo rescaté. (Hechos 23:27)
La multitud se levantó a una contra ellos, y los magistrados superiores, rasgándoles sus ropas, ordenaron que los azotaran con varas. (Hechos 16:22)