Nueva Biblia Latinoamericana
Inmediatamente tomó consigo algunos soldados y centuriones, y corrió hacia ellos; cuando el pueblo vio al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. (Hechos 21:32)
Entonces el comandante llegó y lo arrestó, y ordenó que lo ataran con dos cadenas, y preguntaba quién era y qué había hecho. (Hechos 21:33)
Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosa y otros otra, y como él no pudo averiguar con certeza los hechos, debido al tumulto, ordenó que llevaran a Pablo al cuartel. (Hechos 21:34)
Cuando Pablo llegó a las gradas, los soldados tuvieron que cargarlo por causa de la violencia de la turba;
porque la multitud del pueblo lo seguía, gritando: "¡Muera!" (Hechos 21:36)
Cuando estaban para meterlo en el cuartel, Pablo dijo al comandante: "¿Puedo decirte algo?" Y él dijo: "¿Sabes Griego? (Hechos 21:37)
¿Entonces tú no eres el Egipcio que hace tiempo levantó una revuelta y sacó los 4,000 hombres de los asesinos al desierto?" (Hechos 21:38)

Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 21:35":

Dr. Roberto Miranda
La estrategia evangelística de Pablo
Un análisis del primer sermón evangelístico de Pablo en Hechos 13 y la importancia de presentar a Jesús como la culminación de la historia y usar la propia vida y cultura para compartir el Evangelio.


Dr. Roberto Miranda
Después del milagro - la persecución
El autor habla sobre la importancia de adoptar una mentalidad guerrera y estar dispuestos a padecer persecución por Cristo. La iglesia moderna en muchos lugares ha perdido esta mentalidad de separación y oposición al mundo y esto ha afectado su efectividad y poder espiritual. El autor anima a los creyentes a vivir una vida para el Reino de Dios y no apegarse al mundo ni poner su lealtad en él.


Hechos 21:35 - Referencia Cruzada

Cuando el comandante le concedió el permiso, Pablo, de pie sobre las gradas, hizo señal al pueblo con su mano, y cuando hubo gran silencio, les habló en el idioma Hebreo: (Hechos 21:40)
No, pues en el corazón cometen iniquidad; La violencia de sus manos reparten en la tierra. (Salmos 58:2)
¿Hasta cuándo, oh SEÑOR, pediré ayuda, Y no escucharás? Clamo a Ti: "¡Violencia!" Sin embargo Tú no salvas? (Habacuc 1:2)
Porque la tierra está llena de adúlteros; Porque a causa de la maldición se ha enlutado la tierra, Se han secado los pastos del desierto. Pues es mala la carrera de ellos Y su poderío no es recto. (Jeremías 23:10)
Pero la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. (Génesis 6:11)
Confunde, Señor, divide sus lenguas, Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. (Salmos 55:9)