Así que unos gritaban una cosa y otros otra, porque había confusión en la asamblea, y la mayoría no sabía por qué razón se habían reunido.
(Hechos 19:32)Algunos de la multitud pensaron que se trataba de Alejandro, puesto que los Judíos lo habían empujado hacia adelante. Entonces Alejandro, haciendo señal de silencio con la mano, quería hacer su defensa ante la asamblea.
(Hechos 19:33)Pero cuando se dieron cuenta de que era Judío, un clamor se levantó de todos ellos, gritando como por dos horas: "¡Grande es Diana de los Efesios!"
(Hechos 19:34)Entonces el secretario (que presidía las asambleas populares), después de calmar a la multitud, dijo: "Ciudadanos de Efeso, ¿hay acaso algún hombre que no sepa que la ciudad de los Efesios es guardiana del templo de la gran Diana y de la imagen que descendió del cielo?
Puesto que estos hechos son innegables, deben guardar calma y no hacer nada precipitadamente.
(Hechos 19:36)Porque han traído a estos hombres que ni roban templos, ni blasfeman a nuestra diosa.
(Hechos 19:37)Así pues, si Demetrio y los artífices que están con él tienen queja contra alguien, los tribunales están abiertos y los procónsules (gobernadores provinciales) dispuestos; presenten sus acusaciones unos contra otros.
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Hechos 19:35 - Referencia Cruzada
Pueden ver y oír que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los dioses hechos con las manos no son dioses verdaderos .
(Hechos 19:26)mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia.
(1 Timoteo 4:2)Y llamaban a Bernabé, Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que dirigía la palabra.
(Hechos 14:12)y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
(2 Tesalonicenses 2:10)recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía (comunidad) de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo.
(Efesios 2:12)Llegaron a Efeso y dejó allí a Priscila y Aquila. Y entrando Pablo a la sinagoga, discutía con los Judíos.
(Hechos 18:19)