pero Pablo escogió a Silas y partió, siendo encomendado por los hermanos a la gracia del Señor.
(Hechos 15:40)
Y viajaba por Siria y Cilicia confirmando a las iglesias.
(Hechos 15:41)
Pablo llegó también a Derbe y a Listra. Y estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer Judía creyente, pero de padre Griego,
(Hechos 16:1)
del cual hablaban elogiosamente los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
Pablo quiso que éste fuera con él, y lo tomó y lo circuncidó por causa de los Judíos que había en aquellas regiones, porque todos sabían que su padre era Griego.
(Hechos 16:3)
Según pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos tomados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que los observaran.
(Hechos 16:4)
Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y diariamente crecían en número.
(Hechos 16:5)
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Hechos 16:2 - Referencia Cruzada
De la misma manera, las buenas obras son evidentes, y las que no lo son no se pueden ocultar.
(1 Timoteo 5:25)
Por tanto, hermanos, escojan de entre ustedes siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.
(Hechos 6:3)
Porque por ella recibieron aprobación (testimonio) los antiguos (antepasados).
(Hebreos 11:2)
Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia , para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.
(1 Timoteo 3:7)
Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
(Hechos 14:21)
que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha mostrado hospitalidad a extraños, si ha lavado los pies de los santos, si ha ayudado a los afligidos y si se ha consagrado (dedicado) a toda buena obra.
(1 Timoteo 5:10)
Cuando salieron de la cárcel, fueron a casa de Lidia, y al ver a los hermanos, los consolaron (los exhortaron) y se fueron.
(Hechos 16:40)
mis persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor.
(2 Timoteo 3:11)
Entonces éstos sacudieron el polvo de sus pies contra ellos y se fueron a Iconio.
(Hechos 13:51)
Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
(2 Timoteo 3:15)