Nueva Biblia Latinoamericana
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él. (Hechos 7:54)
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios; (Hechos 7:55)
y dijo: "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios." (Hechos 7:56)
Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos se lanzaron a una contra él.
Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo (Pablo). (Hechos 7:58)
Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor y decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu." (Hechos 7:59)
Cayendo de rodillas, clamó en alta voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Habiendo dicho esto, durmió (expiró). (Hechos 7:60)

Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 7:57":

Dr. Roberto Miranda
Hacer la voluntad de Dios y (aún) sufrir
El pastor Roberto Miranda habla sobre la visión de Dios para la iglesia y la importancia de prepararse para ser usados por Él. También aborda el tema del sufrimiento y el martirio en la vida del creyente, y la necesidad de confiar en la fidelidad de Dios en momentos de adversidad. Además, anima a los miembros de la iglesia a participar en la edificación de un nuevo santuario y celebra la santa cena en memoria del sacrificio de Cristo.


Dr. Roberto Miranda
Haciendo la voluntad de Dios y (todavía) sufriendo
El pastor habla sobre la importancia de la voluntad de Dios y cómo enfrentar el sufrimiento y las pruebas con fidelidad.


Hechos 7:57 - Referencia Cruzada

Tienen veneno como veneno de serpiente; Son como una cobra sorda que cierra su oído, (Salmos 58:4)
Cuando este hombre fue arrestado por los Judíos, y estaba a punto de ser muerto por ellos, al saber que era Romano, fui con las tropas y lo rescaté. (Hechos 23:27)
El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará y no recibirá respuesta. (Proverbios 21:13)
Cuando estaban para cumplirse los siete días, los Judíos de Asia (provincia occidental de Asia Menor), al verlo en el templo alborotaron a todo el pueblo y le echaron mano, (Hechos 21:27)
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él. (Hechos 7:54)
Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír. (Zacarías 7:11)