Volvió a decirle por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿Me amas?" "Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero," Le contestó Pedro. Jesús le dijo: "Pastorea Mis ovejas."
(Juan 21:16)
Jesús le dijo por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿Me quieres?" Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: "¿Me quieres?" Y Le respondió: "Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que Te quiero." "Apacienta Mis ovejas," le dijo Jesús.
(Juan 21:17)
En verdad te digo, que cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras."
(Juan 21:18)
Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo: "Sígueme."
Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y Le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que Te va a entregar?"
(Juan 21:20)
Entonces Pedro, al verlo, dijo a Jesús: "Señor, ¿y éste, qué?"
(Juan 21:21)
Jesús le dijo: "Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, Sígueme."
(Juan 21:22)
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Juan 21:19 - Referencia Cruzada
Jesús les dijo: "En verdad les digo que ustedes que Me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria, ustedes se sentarán también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
(Mateo 19:28)
Y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí.
(Mateo 10:38)
sabiendo que mi separación del cuerpo terrenal es inminente, tal como me lo ha declarado nuestro Señor Jesucristo.
(2 Pedro 1:14)
Y Samuel dijo al pueblo: "No teman; aunque ustedes han hecho todo este mal, no se aparten de seguir al SEÑOR, sino sirvan al SEÑOR con todo su corazón.
(1 Samuel 12:20)
y les dijo: "El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día."
(Lucas 9:22)
Señor, ¿adónde vas?" Le preguntó Simón Pedro. Jesús respondió: "Adonde Yo voy, tú no Me puedes seguir ahora, pero Me seguirás después."
(Juan 13:36)
Esto sucedió para que se cumpliera la palabra que Jesús había hablado, dando a entender de qué clase de muerte iba a morir.
(Juan 18:32)
Pero El volviéndose y mirando a Sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo: "¡Quítate de delante de Mí, Satanás!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres."
(Marcus 8:33)
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte.
(Filipenses 1:20)
El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve (que ministra), que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
(1 Pedro 4:11)
Si alguien Me sirve, que Me siga; y donde Yo estoy, allí también estará Mi servidor; si alguien Me sirve, el Padre lo honrará.
(Juan 12:26)
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
(Mateo 16:21)
Jesús le dijo: "Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, Sígueme."
(Juan 21:22)
Pero a Mi siervo Caleb, porque ha habido en él un espíritu distinto y Me ha seguido plenamente, lo introduciré a la tierra donde entró, y su descendencia tomará posesión de ella.
(Números 14:24)
Pero El decía esto para indicar la clase de muerte que iba a morir.
(Juan 12:33)