Nueva Biblia Latinoamericana
Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?" Le dijo Tomás. (Juan 14:5)
Jesús le dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí. (Juan 14:6)
Si ustedes Me hubieran conocido, también hubieran conocido a Mi Padre; desde ahora Lo conocen y Lo han visto." (Juan 14:7)
Señor, muéstranos al Padre y nos basta," Le dijo Felipe.
Jesús le dijo: "¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me conoces, Felipe? El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'? (Juan 14:9)
¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí? Las palabras que Yo les digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace las obras. (Juan 14:10)
Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras mismas. (Juan 14:11)

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Juan 14:8 - Referencia Cruzada

éstos fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban: "Señor, queremos ver a Jesús." (Juan 12:21)
Entonces orará a Dios, y El lo aceptará, Para que vea con gozo Su rostro, Y restaure Su justicia al hombre. (Job 33:26)
Cuando Jesús alzó los ojos y vio que una gran multitud venía hacia El, dijo a Felipe: "¿Dónde compraremos pan para que coman éstos?" (Juan 6:5)
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. (Mateo 5:8)
En cuanto a mí, en justicia contemplaré Tu rostro; Al despertar, me saciaré cuando contemple Tu semblante. (Salmos 17:15)
Así Te contemplaba en el santuario, Para ver Tu poder y Tu gloria. (Salmos 63:2)
Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró a Felipe, y le dijo: "Sígueme." (Juan 1:43)
Estas cosas les he hablado en lenguaje figurado (en proverbios); viene el tiempo cuando no les hablaré más en lenguaje figurado, sino que les hablaré del Padre claramente. (Juan 16:25)
El SEÑOR descendió en la nube y estuvo allí con él, mientras éste invocaba el nombre del SEÑOR. (Éxodo 34:5)
Entonces Moisés dijo: "Te ruego que me muestres Tu gloria." (Éxodo 33:18)
Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos Le servirán. (Apocalipsis 22:3)