Nueva Biblia Latinoamericana
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. (Juan 10:28)
Mi Padre que Me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. (Juan 10:29)
Yo y el Padre somos uno." (Juan 10:30)
Los Judíos volvieron a tomar piedras para tirárselas.
Entonces Jesús les dijo: "Les he mostrado muchas obras buenas que son del Padre. ¿Por cuál de ellas Me apedrean?" (Juan 10:32)
Los Judíos Le contestaron: "No Te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque Tú, siendo hombre, te haces Dios." (Juan 10:33)
Jesús les respondió: "¿No está escrito en su Ley: 'YO DIJE: SON DIOSES'? (Juan 10:34)

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Juan 10:31 - Referencia Cruzada

Los discípulos Le dijeron: "Rabí (Maestro), hace poco que los Judíos Te querían apedrear, ¿y vas allá otra vez?" (Juan 11:8)
Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo. (Juan 8:59)
¿A cuál de los profetas no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, del cual ahora ustedes se hicieron traidores y asesinos; (Hechos 7:52)
para que recaiga sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes asesinaron entre el templo y el altar. (Mateo 23:35)
Y clamó Moisés al SEÑOR y dijo: "¿Qué haré con este pueblo? Un poco más y me apedrearán." (Éxodo 17:4)
Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Pero David se fortaleció en el SEÑOR su Dios. (1 Samuel 30:6)
Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo (Pablo). (Hechos 7:58)
Entonces, por esta causa, los Judíos aún más procuraban matar a Jesús, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios Su propio Padre, haciéndose igual a Dios. (Juan 5:18)
Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. (Mateo 21:35)