Otros decían: "Estas no son palabras de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?"
(Juan 10:21)En esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.
(Juan 10:22)Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomón.
(Juan 10:23)Entonces los Judíos Lo rodearon, y Le decían: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Cristo (el Mesías), dínoslo claramente."
Jesús les respondió: "Se lo he dicho a ustedes y no creen; las obras que Yo hago en el nombre de Mi Padre, éstas dan testimonio de Mí.
(Juan 10:25)Pero ustedes no creen porque no son de Mis ovejas.
(Juan 10:26)Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen.
(Juan 10:27)Otras publicaciones relacionadas con "Juan 10:24":
Juan 10:24 - Referencia Cruzada
Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con mucha franqueza.
(2 Corintios 3:12)¿Eres Tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?"
(Juan 8:53)Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los Judíos; porque los Judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguien confesaba que Jesús era el Cristo (el Mesías), fuera expulsado de la sinagoga.
(Juan 9:22)Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: "¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, síganlo; y si Baal, síganlo a él." Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.
(1 Reyes 18:21)a decir a Jesús: "¿Eres Tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?"
(Mateo 11:3)Si Tú eres el Cristo (el Mesías), dínoslo." Pero El les dijo: "Si se lo digo, no creerán;
(Lucas 22:67)¿Tú quién eres?" Le preguntaron. Jesús les contestó: "¿Qué les he estado diciendo desde el principio?
(Juan 8:25)Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se preguntaban en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo (el Mesías),
(Lucas 3:15)Estas cosas les he hablado en lenguaje figurado (en proverbios); viene el tiempo cuando no les hablaré más en lenguaje figurado, sino que les hablaré del Padre claramente.
(Juan 16:25)Este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron sacerdotes y Levitas de Jerusalén (Ciudad de Paz) a preguntarle: "¿Quién eres tú?"
(Juan 1:19)