Nueva Biblia Latinoamericana
Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El. (Juan 8:30)
Entonces Jesús decía a los Judíos que habían creído en El: "Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; (Juan 8:31)
y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres." (Juan 8:32)
Ellos Le contestaron: "Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: 'Serán libres'?"
Jesús les respondió: "En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; (Juan 8:34)
y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre. (Juan 8:35)
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres. (Juan 8:36)

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Juan 8:33 - Referencia Cruzada

Por tanto, hoy somos esclavos, Y en cuanto a la tierra que diste a nuestros padres Para comer de sus frutos y de sus bienes, Ahora somos esclavos en ella. (Nehemías 9:36)
Por eso los soldados hicieron esto. Y junto a la cruz de Jesús estaban Su madre, y la hermana de Su madre, María, la mujer de Cleofas, y María Magdalena. (Juan 19:25)
Ellos Le contestaron: "Abraham es nuestro padre." Jesús les dijo: "Si son hijos de Abraham, hagan las obras de Abraham. (Juan 8:39)
y no piensen que pueden decirse a sí mismos: 'Tenemos a Abraham por padre,' porque les digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras. (Mateo 3:9)
Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez. Porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. (Jueces 2:18)
También había otros que decían: "Hemos pedido dinero prestado para el impuesto del rey sobre nuestros campos y nuestras viñas. (Nehemías 5:4)
Porque siervos somos; pero en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido Su misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia, dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén. (Esdras 9:9)
Los Egipcios, pues, obligaron a los Israelitas a trabajar duramente, (Éxodo 1:13)
Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, que los oprimieron; Pero en el tiempo de su angustia clamaron a Ti, Y Tú escuchaste desde el cielo, y conforme a Tu gran compasión Les diste libertadores que los libraron de mano de sus opresores. (Nehemías 9:27)
Y gritando, dijo: 'Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama.' (Lucas 16:24)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los vendió en manos de Cusán Risataim, rey de Mesopotamia. Y los Israelitas sirvieron a Cusán Risataim por ocho años. (Jueces 3:8)
Y Dios dijo a Abram: "Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya, donde serán esclavizados y oprimidos durante 400 años. (Génesis 15:13)
Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR, porque Jabín tenía 900 carros de hierro y había oprimido duramente a los Israelitas durante veinte años. (Jueces 4:3)
Sé que ustedes son descendientes de Abraham; y sin embargo, Me quieren matar porque Mi palabra no tiene aceptación en ustedes. (Juan 8:37)
Porque ellos son Mis siervos, los cuales saqué de la tierra de Egipto; no serán vendidos en venta de esclavos. (Levítico 25:42)